Siempre se ha dicho que “la información es poder” y este mantra también se aplica a las empresas; Por ello, uno de sus activos más valiosos son los datos que recaban. Y aunque pensemos que no sea sencillo, es posible obtenerlos de manera correcta, siempre que aportemos valor a cambio.
La clave es la confianza, si las personas saben cómo se van a usar sus datos y qué van a recibir como contrapartida, se sentirán cómodos proporcionando su información personal. Lamentablemente, muchas empresas no cumplen las expectativas básicas de los usuarios, y cada vez son más escépticos a la hora de hacerlo.
El objetivo de las marcas no debe ser cumplir los requisitos legales del tratamiento de datos, sino conseguir una ventaja competitiva frente a los que consideran la privacidad como secundaria. Para ello, hay tres medidas clave:
Compartir datos debe ser significativo
Los consumidores se sienten más cómodos compartiendo sus datos cuando saben qué beneficio obtendrán a cambio. Si conoces a tu cliente es más fácil captar su atención, aportarle valor y obtener buenos resultados. Para conseguirlo es necesario contar con datos propios, que el cliente ha aceptado proporcionar y usarlos de manera adecuada para generar mensajes relevantes y valiosos.
En general, una persona considera que un anuncio es valioso si está adaptado a sus intereses, si le supone un ahorro de tiempo o de dinero o si se muestra en el momento oportuno.
Compartir datos debe ser fácil de recordar
Los usuarios consideran una publicidad responsable si recuerdan que han compartido sus datos de manera activa y voluntaria. No quieren recibir llamadas, mensajes ni correos de buenas a primeras; Esto solo genera desconfianza.
La transparencia es fundamental para ganarse la confianza del usuario, por lo que la empresa debe ser clara, abierta, sincera, usar un lenguaje sencillo y políticas de privacidad breves.
Si el cliente sabe por qué una marca recoge sus datos y recuerda haber dado permiso para ello, los mensajes son más efectivos porque se tiene una actitud más positiva ante los anuncios. Por ello, una buena opción para la empresa es recordarles cuándo y dónde dieron el consentimiento.
Compartir datos debe ser fácil de gestionar
A la mayor parte de las empresas les preocupa que su información personal se pueda usar de forma inadecuada; Quieren conservar su propiedad y sentir que tienen control sobre ella y se sienten más cómodas si consideran que tienen el tiempo que necesitan para valorar las opciones y proporcionar información voluntariamente.ç
Es más probable que las personas reaccionen positivamente a la publicidad cuando sienten que tienen un mayor control sobre la forma en que se usan sus datos, personalizándolo para adaptarlo a sus necesidades, lo que ofrece a las marcas más oportunidades para crear relaciones duraderas con valor para ambas partes.
Para ello, los clientes deberían poder consultar y gestionar cómo se usan sus datos, con opciones como darse de baja de suscripciones a comunicaciones o gestionar la frecuencia con las que las reciben.
La privacidad online es un tema cada vez más importante y las empresas deben trabajar para ganarse la confianza de los clientes y demostrar que todos salen beneficiados. La persona usuaria cuenta con unos derechos que es importante que se conozcan para evitar una mala praxis, por ejemplo, debe entender qué se está haciendo con su información de carácter personal.
Ante cualquier duda, recuerda que el equipo de expertos legaltech te dará una solución práctica, personalizada y adaptada a la normativa del Reglamento General de Protección de Datos con SoftwareLOPD.