La protección de datos es hoy más importante que nunca, debido a la proliferación de los ciberataques. Los delincuentes informáticos realizan agresiones cada vez más sofisticadas y perjudiciales, por lo que existe la necesidad de manejar este tema con profesionales.
En esta década, se ha generalizado el trabajo remoto, y como “daño colateral”, un incremento exponencial de ciberataques, debido a una mayor exposición de la información de las empresas.
En 2021, el incremento de los ciberdelitos ascendió un 93% respecto al año anterior; Hubo delitos que crecieron exponencialmente, por ejemplo, el secuestro de datos (ransomware), los troyanos, el phishing, agresiones en la nube o ataques DDoS (ataques al servidor).
El papel del delegado de protección de datos
Los fallos en los protocolos de seguridad y privacidad de la información favorecen muchos de los ataques, ya que los ciberdelincuentes son hábiles encontrando fisuras y debilidades en los sistemas para violentarlos, sustraer o dañar la información existente. Los riesgos no solo tienen que ver con la vulnerabilidad del sistema, sino también con el incumplimiento de las leyes oficiales.
Es por ello que el papel del delegado de protección de datos es esencial para minimizar estos riesgos, ya que se trata de un profesional que vigila que se cumpla la normativa, hace recomendaciones sobre cómo debe ser el tratamiento de los datos personales, interviene en caso de reclamaciones e intercede ante clientes, proveedores y empleados. En definitiva, trata de garantizar un eficaz cumplimiento normativo y evitar reclamaciones o sanciones.
Desde 2018, el Reglamento Europeo de Protección de Datos, exige, obligatoriamente la designación de esta figura, en algunos casos; Pero en todos es recomendable, ya que es el custodio de los activos más valiosos de la empresa, los datos y ninguna empresa está exenta de la obligación de realizar un tratamiento correcto de los mismos.
La esencia del puesto es que se trata de un experto en materia de protección de datos, que asesora y trabaja conjuntamente con el responsable (quien decide sobre la finalidad y uso del tratamiento de datos y qué hacer con los datos de carácter personal) o encargado de tratamiento de datos (quien trata esos datos de acuerdo con las instrucciones marcadas).
Para tener claro su papel, comento las principales funciones del DPO:
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Informar y asesorar al Responsable del Tratamiento en la empresa y a los trabajadores que se ocupen del tratamiento de las obligaciones cumpliendo con las medidas técnicas y organizativas de seguridad requeridas para los datos que tratan.
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Supervisar el cumplimiento de la normativa y las políticas de seguridad de la empresa en protección de datos, incluyendo la asignación de responsabilidades, la concienciación y formación del personal, y las auditorías correspondientes.
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Ofrecer el asesoramiento que se le solicite acerca de los posibles riesgos en seguridad de la información y la evaluación de impacto de protección de datos, supervisando su aplicación.
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Cooperar y hacer de enlace y contacto con la autoridad de control para las cuestiones relativas al tratamiento, realizando las consultas sobre cualquier asunto.
Sus funciones y tareas requieren que tenga conocimientos legislativos y experiencia en la materia. En caso de carecer de esta figura dentro de la empresa, SoftwareLOPD es una herramienta que puede serte útil al contar con verdaderos expertos en protección de datos que cubren todas las actividades que tu negocio necesita.